
Error nº 1.
No presentar al personaje principal en los primeros párrafos
Lo primero que busca el lector es saber a quién tiene que prestar mayor atención. Es por eso que en el inicio de nuestra historia o novela, el personaje principal debe de aparecer en los primeros momentos. Es lo que espera el lector y por tanto debemos dárselo. De lo contrario, podría comenzar ya con la historia sintiéndose confuso o incluso engañado, al no haber cumplido dicha primera expectativa.

Error nº 2.
El personaje principal se vuelve pasivo
Ocurre cuando los personajes secundarios empiezan a hacerse más interesantes durante el libro y el principal pierde fuerza.
Y por tanto para no caer en este error hay que tener algo muy claro desde el principio:
O todos tienen el mismo nivel de importancia desde el principio (todos principales) o ese nivel se debe de mantener durante todo el relato.

Error nº 3.
Querer meter todas las ideas que nos rondan en la cabeza para dar complejidad a la trama

Error nº 4.
Utilizar muchos personajes para introducir cambios
Es mejor utilizar unos pocos intensamente que muchos brevemente.
Así les daremos a los mismos más profundidad psicológica y al lector le facilitaremos seguir la trama.
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